La pandemia del coronavirus ha traído muchos cambios a nuestras vidas, nos ha obligado a dejar de lado ciertas costumbres muy arraigadas y a incorporar nuevos hábitos. Pero también ha acelerado tendencias que desde hace un tiempo estaban intentando hacerse un hueco en nuestra sociedad y que son mucho más habituales en otros países de nuestro entorno, como el teletrabajo.
En el contexto actual, trabajar desde el salón o el estudio de casa acarrea un sinfín de ventajas. Las más evidentes son el ahorro de tiempo y dinero en el traslado en transporte público o privado hasta la oficina y la no exposición a los riesgos de contagio del virus que existen tanto en los medios de transporte como en los espacios compartidos cerrados.
La nueva Ley de Teletrabajo que acaba de entrar en vigor le da todavía más empujón a esta tendencia en alza, por eso no es casualidad el movimiento que hay en busca de viviendas más grandes y cómodas en las afueras de las grandes ciudades o de, al menos, acondicionar y poner a punto los ambientes de nuestros hogares para disfrutar de más confort y bienestar.
Claro que, puestos a teletrabajar, qué mejor que hacerlo desde un lugar que no solo nos proporcione comodidad desde el punto de vista habitacional, sino también del entorno natural, paisajístico, climatológico y de servicios que nos ofrece. La Costa del Sol es uno de esos destinos perfectos para el trabajo a distancia que ya habían empezado a descubrir muchos extranjeros y que ahora también empiezan a demandar profesionales españoles.
Buenas conexiones e infraestructuras
El teletrabajo no es sinónimo de inmovilidad ni excluye que, en ocasiones, haya que volver a la oficina o viajar para reuniones ineludibles con clientes, proveedores u otras citas importantes de la agenda laboral. En este sentido, la cantidad de rutas y conexiones que brinda con el resto de España y otras regiones de Europa el aeropuerto de Málaga, capital de la Costa del Sol, facilita mucho la tarea del traslado, así como el hecho de poder estar en Madrid en dos horas y media de tren AVE.
Ante la crisis sanitaria, el sector turístico de la zona busca fórmulas para reinventarse y parte de esa fórmula es reconvertir alojamientos turísticos en viviendas en las que poder residir todo el año, con precios adaptados a estas nuevas circunstancias y conexiones a Internet fiables e idóneas.
Como valor añadido, todos los municipios de la Costa del Sol tienen el enorme atractivo de la calidad de vida que ofrecen. Se trata de poblaciones no muy numerosas, sin grandes aglomeraciones en la mayoría de sus barrios, con un parque de vivienda, infraestructuras y servicios de calidad y a muy poca distancia de todo lo necesario. Una variada y constante agenda de ocio, cultura y colegios tanto públicos como privados completan el catálogo de servicios que destacan en esta región andaluza.
Sol y playa todo el año
Si hay algo que distingue a la Costa del Sol es su reclamo de sol y playa durante la casi totalidad del año, con temperaturas suaves hasta en las épocas más frías del invierno. No es un dato menor para quienes buscan salir de las grandes ciudades y hallar entornos naturales y agradables en los que poder disfrutar las horas de tiempo libre y ocio. Ni tampoco la posibilidad de tener la oficina en casa con vistas al mar Mediterráneo.
Más o menos a la fuerza, empleadores y empleados se han tenido que acostumbrar en estos largos meses de pandemia a las reuniones virtuales, a compatibilizar en unos mismos espacios la vida personal y profesional, a elaborar propuestas o atender llamadas desde el jardín o la terraza, a cambiar las formas o los canales de rendir cuentas y también, y no menos importante, a ahorrar en costes laborales. En otras palabras, empresas y trabajadores le han perdido el miedo al trabajo en remoto y son capaces de apreciar sus múltiples puntos a favor.
El teletrabajo es una realidad que ha llegado para quedarse incluso cuando logremos dejar atrás los días del virus. Muchos de los propietarios de segundas residencias en la Costa del Sol ya han optado por extender su estancia más allá de los periodos vacacionales y trabajar desde el piso o la casa de la playa. Y muchos otros que buscan salir de las grandes ciudades también descubren o descubrirán en alguna de la docena de localidades de la zona, el destino perfecto para teletrabajar con todas las garantías y comodidades.
