España ha vivido a pie de balcón desde que comenzara el estado de alarma. Desde esos espacios mínimos conquistados al espacio aéreo de la calle, los españoles han ofrecido aplausos al sol, día tras día, a todos los que han luchado en la primera trinchera de la pandemia. Pero ¿qué ciudad malagueña cuenta con un balcón propio desde el que asomarse a Europa y el mundo sino la propia Nerja?
Nerja no decepciona y, quizá por eso, ahora que estamos saliendo del confinamiento como el que se sumerge en el mar por primera vez, con cuidado y tentando, nos lo vuelve a regalar.
El mejor momento, el mejor verano, para redescubrir esta ciudad que cuelga sobre el filo del Mediterráneo. Una excusa tan buena como otra para volver a maravillarnos con los rincones que atesora una ciudad rendida a los pies de la provincia.
Acueducto del Águila
Empezamos con el Acueducto del Águila, una impresionante obra de ingeniería que fue construida a finales del siglo XIX. Su objetivo era el de trasvasar agua para la fábrica azucarera alcoholera de San Joaquín en Maro.
Situado en el barranco de la Coladilla, el Acueducto del Águila está declarado Bien de Interés Cultural y su altura aproximada es de 40 metros.
Restaurada hace relativamente pocos años, es una construcción impresionante que nos recuerda que Málaga tuvo alguna vez una industria más allá de la turística.
Iglesia de El Salvador
De estilo entre barroco y mudéjar, la iglesia de El Salvador de Nerja se construyó en el año 1505 con una fachada marcada por su torre, de planta cuadrada y campanario ortogonal.
En su interior se divide en tres naves luminosas, teniendo la nave central bóveda de madera y las laterales bóvedas de aristas y medio punto.
Ha sido objeto a lo largo de los siglos de ampliaciones y reformas, siendo la última del año 1997.
Balcón de Europa
Como decíamos, Nerja cuenta con su propio balcón. Un balcón que se encuentra sobre el acantilado que separa las playas del Salón y Calahonda, donde estuvo situado el Castillo Bajo de Nerja, también construido en el siglo XVI y que durante la Guerra de la Independencia fue destruido.
Este enclave es un centro neurálgico de la ciudad, un lugar de encuentro y que ha sido objeto de numerosas remodelaciones urbanísticas, convirtiéndose en un enclave ineludible de esta ciudad donde hacernos un selfie que la posteridad no recordará.
Cueva de Nerja
Todo el mundo conoce la Cueva de Nerja. Es un clásico. Lo que a lo mejor no sabéis es que la Cueva de Nerja ha conseguido el sello de Turismo Seguro y que ha cumplido 60 años desde que se abrió al público. Ahí es nada.
Un yacimiento que se ha volcado durante este tiempo de encierro con numerosas actividades telemáticas y que ya ha abierto sus puertas para recibir a los amantes del pasado, la historia y las cuevas profundas.
Jardín Botánico Detunda-Cueva de Nerja
Y tras complementar nuestro recorrido por la cavidad nerjeña podemos visitar el Jardín Botánico de Nerja.
El Jardín Botánico Detunda-Cueva de Nerja se ubica junto a la Cueva de Nerja y justo en los límites del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Este espacio natural contiene una gran representación de la flora y la vegetación de la provincia, con numerosas especies protegidas y que conforman un lugar fantástico para pasear y pensar en las cosas tan profundas en que se piensan tras haber asistido al espectáculo vital que supone la Cueva de Nerja.
Litoral de Nerja
Podemos pasear por alguno de los tramos de los más de 13 kilómetros de playas del municipio nerjeño.
La costa de Nerja supone un litoral hermoso, plagado de calas amplias y otras abruptas, en las que se combinan arenales urbanos con espacios naturales sobrecogedores y salvajes que exudan un merecido atractivo.
Un paraíso por redescubrir, de gente sencilla y amable, que tiene inmensa cantidad de virtudes y lugares que admirar.