Encontrar un alquiler en Málaga ya es misión imposible
La demanda de este tipo de vivienda en la ciudad es quince veces superior a la oferta, que se ha reducido un 25% en dos años. Los precios, disparados, parecen lejos de encontrar freno
Gente pagando la reserva de un piso sin visitarlo con tal de adelantarse al resto de interesados. Anuncios que duran horas en los portales inmobiliarios. Treintañeros y cuarentones con buenos trabajos que, tras una separación, se ven abocados a volver a casa de sus padres. Funcionarios destinados a Málaga obligados a vivir en pensiones. Compañías del PTA recurriendo a hoteles o apartamentos turísticosdurante meses para alojar a trabajadores venidos de otros países. Estas son situaciones habituales hoy en Málaga, la ciudad que, después de Madrid y Barcelona, encabeza la dificultad para encontrar piso de alquiler en España.
Txema Delgado, 45 años. Comercial: «Tuve que pujar por mi piso, como si fuera una subasta»
Dos meses no es mucho para como está el mercado del alquiler en Málaga. Ése fue el tiempo que pasó buscando piso Txema tras su separación. «Estaba desesperado, buscaba día y noche», recuerda. En principio buscaba una vivienda de dos habitaciones en la zona de Huelin con presupuesto de 500 euros, pero pronto tuvo que flexibilizar sus requisitos. Y no sólo eso: «Para conseguir mi piso tuve que pujar, como en una subasta. Cuando fui a verlo tenía dos o tres personas por delante, y eso que llamé nada más salir el anuncio. Así que le dije al dueño que le pagaría 50 euros más al mes».
Según la mencionada plataforma, la oferta de arrendamientos se ha reducido en la ciudad un 25% en los dos últimos años, de forma que ha pasado de haber 2.780 viviendas activas a 2.093. Es un ‘stock’ muy escaso para una urbe del tamaño de Málaga. Sobre todo teniendo en cuenta que la población que aspira a vivir de alquiler no deja de crecer abonada por el cambio de mentalidad de los jóvenes, la imposibilidad de muchos trabajadores de acceder a una hipoteca y la llegada de profesionales venidos de otras provincias u otros países. «La demanda se ha disparado y es quince veces superior a la oferta existente en Málaga capital». «Esta proporción no es normal: revela un desequilibrio muy agudo en el mercado cuyo efecto más obvio es la subida de precios».
«Málaga es la tercera ciudad de España donde más difícil se ha puesto el alquiler después de Madrid y Barcelona», afirman desde el portal inmobiliario Idealista
En efecto, los alquileres se encarecen en la ciudad a ritmos de doble dígito. Entre el verano pasado y éste la subida ha sido del 15% , que sitúa el precio del metro cuadrado en 8,9 euros al mes, el más alto de todas las capitales andaluzas. Estiman que la subida ha sido algo superior, del 17%, y destacan que la evolución seguirá siendo al alza. El resultado, en la práctica, es que difícilmente se encuentra ya en cualquier zona de la ciudad un piso de dos dormitorios por menos de 600 euros. El precio en la ciudad se sitúa en 1.071 euros.
Juan Jesús Molina, 30 años. Diseñador: «He vuelto a casa de mis padres mientras sigo buscando»
Ya se había independizado, pero Juan Jesús tuvo que volver a casa de sus padres tras tener que dejar el piso donde vivía. Creía que sería una breve transición pero lleva diez meses buscando sin éxito. «Mi presupuesto es de unos 550 euros y no hay nada mínimamente decente», asegura. «He visto pisos pintados a la mitad o con una columna entre el sofá y la tele», cuenta. En vista de ello, su estrategia ha cambiado: ahora busca compartir piso. Y si no hay suerte, su ‘plan b’ es ahorrar para comprar. Su opinión sobre la situación del alquiler es que Málaga vive una «burbuja» que «acabará por explotar».
200 euros. Es lo que están subiendo de media los pisos que se quedan sin inquilino y vuelven al mercado, según la experiencia de Rentacasa, una agencia especializada en alquileres que lleva funcionando en Málaga desde 2003. «Un piso de dos dormitorios pasa de 450 euros a superar los 600», explica Inmaculada Vegas, una de las tres socias de esta inmobiliaria. Hay que tener en cuenta que son alquileres que se han pasado «cinco años congelados», por lo que la adaptación al momento actual del mercado genera una subida brusca. Pero en opinión de esta profesional, hay propietarios que se están «subiendo a la parra». Y pone ejemplos en los que ha intermediado: un piso de estudiantes de tres dormitorios en la calle La Unión por 900 euros, otro de dos habitaciones en la Plaza de la Merced sin reformar por 1.000 euros, un apartamento de 35 metros cuadrados sin garaje en el Centro por 650… La demanda es tal, asegura, que «se alquila todo».
Alquileres «inmediatos»
Se alquila todo… y muy rápidamente. Idealista utiliza el concepto de «alquileres inmediatos» para hacer referencia a aquellas viviendas que están menos de 48 horas en el mercado. Y Málaga es la segunda ciudad de España con mayor porcentaje de estos arrendamientos ‘exprés’ en proporción al total de operaciones. La primera es Orense, con un 33%, y Málaga le sigue con un 27%. Más indicadores: el 40% de las viviendas anunciadas en este portal se alquilan transcurridas dos visitas, el 20% a la primera y un 3%, sin siquiera mediar ninguna. Confirman que muchas viviendas «no llegamos ni a anunciarlas». «Hay tal competencia que más de un cliente ha llegado a pagar la reserva de un piso sin visitarlo con tal de adelantarse al resto».
El santo grial, lo más buscado a día de hoy en Málaga, es un piso de dos dormitorios, «sobre todo en el Centro», vaticina un curso difícil tanto para los universitarios como para los profesores de colegios e institutos destinados a Málaga capital. «Nos llaman desesperados porque tienen plaza pero no casa», apunta. Las multinacionales del Parque Tecnológico que traen a empleados del extranjero están teniendo también problemas para alojarles en la ciudad, pese a que la renta que están dispuestos a pagar estos expatriados con buenos sueldos sea superior a la del malagueño medio.
¿Por qué faltan pisos de alquiler en Málaga? El primer motivo que apuntan es el boom de los arrendamientos vacacionales. Su agencia ha sido testigo de la ‘fuga’ de numerosos propietarios que han pasado de alquilar sus pisos para larga temporada a ofrecerlos por días o semanas a turistas. «En algunos casos les cortan el contrato a los inquilinos sin haber transcurrido el tiempo mínimo que marca la Ley. Eso es ilegal pero la mayoría de inquilinos no denuncian porque no quieren complicarse la vida», apunta Inmaculada Vegas. Esta es una tendencia de la que ya alertó este periódico en un reportaje el pasado 22 de julio y que se concentra sobre todo en el Centro Histórico. «Hay una burbuja brutal con las viviendas turísticas y creo que hay que hacer algo para frenarla porque si no, todo el casco antiguo va a acabar en Airbnb», argumenta la empresaria.
El responsable de estudios de Pisos.com admite que este fenómeno está afectando de forma innegable al mercado de alquiler de larga temporada, pero lo limita a «unas zonas muy concretas», como serían el Centro y la zona Este en Málaga capital, donde cree que será necesaria «cierta regulación». Sin embargo, apunta que no sólo se están quitando «viviendas de un lado para ponerlas en otro» porque hay «muchos pisos que nunca antes se habían alquilado y han pasado directamente a engrosar la oferta turística».
‘Boom’ del alquiler turístico
El portavoz de Idealista, por su parte, no cree que haya que demonizar el alquiler vacacional como si tuviera la culpa de todo. Para Carlos Rueda, la escasez de alquileres actual es fruto del aumento progresivo de la demanda y la falta de incentivos y garantías para que las numerosas viviendas vacías que hay en España se incorporen al mercado. «Antes de la crisis, el 80% de las búsquedas en nuestro portal eran de vivienda en venta. Cuando los bancos dejaron de dar hipotecas, la gente se vio forzada a irse de alquiler. Y ahora para muchos ya no es cuestión de obligación, sino de convicción: nos estamos europeizando y cada vez más gente entiende que vivir de alquiler no es tirar el dinero. Casi el 60% de las búsquedas en Idealista son de alquiler actualmente», resume el portavoz de Idealista. Conforme más gente ha ido subiéndose al carro del alquiler, «el ‘stock’ de oferta ha ido reduciéndose», añade, y el problema es que no se incorporan suficientes viviendas al mercado.
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Para Rueda, la evolución del mercado del alquiler va a depender mucho de las medidas que se implanten para proteger al propietario y que aumente así el ‘stock’. «O se fomenta que salgan pisos vacíos al mercado o el problema va a ser cada vez mayor», concluye.
Manuel Gandarias opina, por su parte, que con la Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Viviendas de 2013 se incorporaron «garantías suficientes» para los propietarios. Pese a ello, reconoce que éstos no acaban de perder el miedo a poner sus viviendas en alquiler. «Es algo que debe superarse. Con los mecanismos que establece la nueva ley, si el inquilino no paga, el propietario puede recuperar su vivienda en cuestión de cinco meses y si se ha pedido una fianza y un aval, tiene cubierto el impago», apunta.
Más allá del análisis de las causas, los expertos coinciden en la necesidad de reconocer la dimensión de este problema a nivel social. Porque por más que la situación del alquiler esté ausente del debate político en la ciudad, no deja de ser el principal obstáculo vital que afrontan muchos jóvenes –y no tan jóvenes– malagueños. El ‘Observatorio de emancipación de Andalucía 2016’, publicado por el Consejo de la Juventud de Andalucía, revelaba hace sólo unos días que sólo 15 de cada 100 malagueños de entre 16 y 29 años están emancipados. Y el mismo estudio apunta claramente el porqué: Málaga es la provincia andaluza donde más difícil resulta a los jóvenes costearse un piso de alquiler, ya que tiene los precios más altos de la región (con una media de 635 euros mensuales) y los sueldos más bajos.
Para Gandarias, una ciudad como Málaga, con ambición de atraer talento e inversiones, no puede permitirse que la falta de viviendas en alquiler se convierta en una barrera de entrada. «Habría que impulsar nuevos desarrollos inmobiliarios que vayan orientados al alquiler. Las ‘socimis’ (sociedades de inversión inmobiliarias) están apostando por esto y la propia ciudad debería facilitarlo y fomentarlo», apunta.
Fuente:
http:www.diariosur.es/economia/vivienda/mision-imposible-encontrar-20170813205212-nt.html